“Venid vosotros a un lugar desierto a descansar un poco”
Marcos 6,32
Si uno se atreve a preguntar a los adolescentes y jóvenes a qué dedican su tiempo, uno se sorprende (o no tanto :). Es muy revelador saber que, evidentemente entre otras muchas actividades, no pocos dedican una media de 2 horas al días a ver series. Podemos decir que algunos son unos “profesionales de ver series”. Nos puede hacer reír -en un primer momento-, pero es muy significativo.
Aunque, si bien es verdad, no es un problema de los jóvenes, ni de esta época. Porque, de hecho, si hacemos la pregunta a los adultos -o la hiciéramos a los de otras épocas- las respuestas serán parecidas, pero con otros temas. El caso es que dedicamos nuestro tiempo a temas, a veces, no muy importantes (o nada). Te propongo tres preguntas que te pueden ayuda. ¿A qué dedico yo mi tiempo? ¿Qué hay en mis días que sea “banal”, que me ocupe un tiempo desproporcionado o no me aporte nada bueno? ¿Cuánto tiempo reservo cada día para estar tranquilo y a solas con Dios?
Decía Santa Teresa de Ávila que la oración es “estar con quien sabemos nos ama”. Y además, nos va bien recordar que el amor de Dios es incondicional. Entonces, si Dios nos ama tanto, tener tiempo para Él es tomar una gran decisión. Porque, ¿a quién no le gusta pasar tiempo con quienes sabemos nos aman? ¿No te pasa que esas personas son como un “refresco” para nuestro espíritu? Necesitas relajarte y recuperarte en la oración estando con quien mejor te conoce y más te ama. El descanso, se vive en coherencia con la propia vida cristiana, se vive sin olvidarse de Dios. Que nuestras vacaciones sean para descansar, pero no de Dios sino con Dios, así descansaremos más y mejor.
Para acabar te hago una propuesta. Hacerte esas preguntas del segundo párrafo y tratar de fijar 15 min. mínimo para estar tranquilamente con Él. Es muy importante concretar el sitio y la hora. Rezar podemos rezar en (casi) cualquier sitio, pero si puedes ir a una parroquia y estar en la capilla del Santísimo, mejor que mejor. Encuentra “tu” sitio, en el que te sientas a gusto. Verás que pasan cosas cuando tenemos tiempo para Dios. Si eres generoso con Él, verás que a su lado, esas 2 horas de series y las mil temporadas de tu serie preferida, o películas de cabecera, se acaban quedando poca cosa a su lado. ¡Sé radical, y reza!
P. D.: Si te ha gustado el texto, dale al corazón que hay abajo a la derecha.
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