“Quédate con nosotros”
Lucas 24,29
Yo no tenía ni idea de lo que era la Adoración al Santísimo. De hecho, recuerdo que una vez, una familia muy amiga me invitó a ir a una, junto a sus hijos. Fui, escéptico, y creo que pasé muy poco rato despierto. A decir verdad, sentía que había algo que me estaba perdiendo, pero porque me faltaba información. Con el tiempo he comprendido que se trataba de algo parecido a la experiencia del eunuco etíope, de los Hechos de los apóstoles. Cuando Felipe le preguntó: “¿Entiendes lo que estás leyendo?”. Lógicamente el etíope le contestó: “¿Y cómo voy a entenderlo si nadie me guía?” (Hechos 8,30-31). A mí me hacía falta que alguien me guiara para comprender qué es la Adoración al Santísimo.
En verdad, lo tenía relativamente bien porque la clave está en creer en la presencia real de Jesús en la Eucaristía. Y yo creía absolutamente en ella. “Solo” hacía falta conectar el sacramento con la oración. Ver la continuidad de la Misa con el Santísimo y la Adoración.
Desde hace unos 10-15 años ha habido un boom de la Adoración en todo el mundo, especialmente entre los jóvenes. Muchas vidas han sido cambiadas gracias a la acción del Espíritu Santo en las adoraciones. Ya lo sabemos, pero es hermoso ver cómo Él no deja de hacer maravillas. Dios se abre camino en nuestros corazones de manera siempre sorprendente. Es dulce su presencia como la miel al paladar.
Pero no hay Adoración sin Eucaristía. En la Eucaristía uno encuentra toda clase de beneficios: paz, arrepentimiento, alegría, compañía, atención, amabilidad, canto, palabras para aprender a vivir, consejo, buenos deseos, ganas de vivir, esperanza, una actitud positiva ante la vida, fuerza, bondad, generosidad… Pues todo esto que encontramos en la Eucaristía, también lo encontramos en la Adoración. Realmente, estar en su presencia te cambia la vida. Es más, vivir en su presencia lo cambia todo... Me gustaría que te hicieras una pregunta, después de leer esta retahíla de dones que nos trae el Buen Jesús en la Eucaristía y en la Adoración: ¿Dónde te darán tanto por tan poco?
Para acabar te hago dos propuestas. Primera, que mires la nueva sección de Corpus de la web pinchando aquí. Te puede acompañar en cualquier momento, ya que la Eucaristía y la oración ante el Santísimo, puedes tenerlas cada día si quieres. Segunda, prepararte bien para vivir el día del Sagrado Corazón, que será el próximo viernes 19. Puedes hacerlo mirando tranquilamente la también nueva sección del Sagrado Corazón de la web, a partir de mañana lunes 15.
Entre todos, podemos vivir un nuevo Pentecostés en la Iglesia, en nuestra iglesia, en nuestras familias y ambientes. Y si te gusta, la sección, ¡compártela!
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