“Consolad, consolad a mi pueblo”
Isaías 40,1
Todos recordamos días llenos de gozo. En los últimos meses puede que hayamos disfrutado de alguna jornada serena, marcada incluso por la alegría. De repente, un imprevisto, un pequeño incidente nos hunde en la amargura. Es bueno recordar que la nube no se detiene sistemáticamente en el horizonte y un tiempo después vuelven la sonrisa a los labios. La inestabilidad es típica de la persona humana y nos lo recuerda el gran Blaise Pascal en sus Pensamientos: “Basta poco para consolarnos, porque basta poco para afligirnos”. Tengamos por seguro que volverá el día en que juguéis a pelota con vuestros hijos, os deis un fuerte abrazo con amigos o compañeros de trabajo, o demos la mano a la gente sin temor; y tantas otros detalles que han recobrado su importancia.
Ahora me gustaría que nos fijásemos en la palabra “consolar”. La etimología de ésta es el término “solo”; de ahí que “consolar” sea básicamente “estar con uno que está solo”. La idea es sugerente porque mucha tristeza o dolor nace precisamente de estar solos y abandonados, sin una presencia que te dé calor, sin una mano que te acaricie, sin una palabra que rompa el silencio y las lágrimas. Pero si a la frase de Pascal le damos la vuelta, la podemos poner en positivo y queda así: “Si basta poco para afligirnos, basta poco para consolarnos”. Tenemos trabajo. Mantener la esperanza. De hecho, hoy con tu presencia consoladora, puedes ser como los ángeles, mensajeros del consuelo de Dios.
Me pregunto, ¿qué personas conozco que puedan estar necesitadas de consuelo? ¿Qué voy a hacer para consolarlas? ¡Ah! Y no olvidéis el humor, tan necesario en la vida.
Para acabar, como todos podemos estar necesitando consuelo, os propongo: trabajar personalmente el documento de Bienestar emocional que hemos colgado aquí. ¿Bienestar emocional? Todos tenemos emociones y todos deseamos estar (y ayudar a) estar bien. Os ayudará a identificar, poner nombre y ordenar las emociones y sentimientos que todos, más o menos, vamos teniendo. Debemos combinar psicología y fe, porque mutuamente se pueden ayudar. La idea clave es saber que “Toda emoción nos trae un mensaje” (Psicología). Ahora bien, está en mi mano ver qué es lo que voy a hacer con todas ellas, qué sentido les voy a dar (Fe).
No lo olvidemos: esto va a pasar y Dios está con nosotros.
¡Ánimo, que HAY ESPERANZA!
P. D.: Primero, si te ha gustado este escrito o los de los otros días, dale al corazón que hay en la parte inferior derecha. Segundo, que lo compartas vía Whatsapp, reenviando el link que te ha llegado. Tercero: ¡esperamos muchas cartas!
En la web encontrarás la sección PARROQUIA VIRTUAL con propuestas de sentido para estos días. Hasta mañana… Si Dios quiere. :)
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